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Marchan por la paz en San Miguel de Allende tras homicidios en el Malanquin.

El obispo de Celaya ofició una misa en el mismo lugar de la balacera del domingo pasado. (Foto especial).

San Miguel de Allende, Gto. 22 agosto 2025. (Luis Negrete-Al Instante).- Cerca de un centenar de personas vestidas de negro marcharon este fin de semana para exigir justicia y mayor seguridad en el municipio, luego del asesinato de tres personas en el atrio del Malanquin durante la festividad de la Virgen de San Juan de los Lagos.

Con pancartas en mano y consignas como “Todos somos Malanquin”, los manifestantes señalaron la falta de patrullas y criticaron la estrategia de seguridad municipal. En su recorrido por diversas calles pidieron incluso la renuncia del alcalde y colocaron sus exigencias en cartulinas pegadas en la fachada de la parroquia de San Miguel de Allende.

Durante la movilización, se invitó a los asistentes a firmar una carta dirigida a las autoridades estatales y municipales. En el documento, los ciudadanos expresaron que San Miguel “está de luto” y reclamaron la falta de resultados en materia de seguridad.

“Lo que debería ser un encuentro de unión y alegría se convirtió en un episodio de miedo y dolor”, señalaron, al tiempo que exigieron una investigación transparente y una estrategia clara de pacificación con plazos responsables y mecanismos de participación ciudadana.

Entre los puntos destacados, la carta pide mayor presencia policiaca, el uso honesto de los recursos públicos en patrullas, capacitación y programas de prevención, así como acciones específicas para jóvenes y comunidades vulnerables. También demanda a la Fiscalía y al gobierno estatal dejar el silencio y actuar con decisión frente a la violencia. “La seguridad es un derecho fundamental… exigimos paz, justicia y dignidad para San Miguel de Allende”, concluye el escrito.

Más tarde, vecinos del Infonavit Malanquin y de otras colonias participaron en una caminata de oración que culminó con una misa por la paz, presidida por el obispo de la Diócesis de Celaya, Víctor Alejandro Aguilar Ledesma. Los asistentes, vestidos de blanco, acompañaron al prelado en un rezo colectivo antes de la celebración religiosa.

Durante la homilía, el obispo llamó a la unidad y a ser “generadores de paz”, subrayando que la violencia no terminará con discursos ni decretos, sino con un cambio profundo en las personas y las familias. Invitó a los padres a educar a sus hijos con valores, a rechazar la corrupción y a no sacar ventaja de la tragedia. “Si sembramos odio y violencia, cosecharemos lo mismo; si sembramos amor, justicia y respeto, los frutos serán distintos”, afirmó.

Afuera del templo, Aguilar Ledesma realizó una bendición en el lugar donde quedó uno de los cuerpos de las víctimas y expresó su solidaridad con las familias afectadas. Pidió transformar el dolor en reflexión y compromiso social para que hechos como los del Malanquin no se repitan en San Miguel de Allende.

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